lunes, 30 de mayo de 2016

Aceptación incondicional


     Tratando de definir mi tendencia organísmica heme aquí debatiendo interiormente como debo empezar esta entrada o escrito. Desde la última vez que decidí escribir (de la libertad nace el amor) han sucedido muchas cosas, de las cuales creo he aprendido mucho, aunque siento aunque estoy en proceso de superación o autoactualización.
     Desde que comencé mi proceso terapéutico, han surgido muchos cambios internos, aunque esta nueva Margarita que estoy viendo ahora no me gusta del todo… creo que es por eso que mi psicóloga me menciona que lo único que me falta es terminar de aceptarme a mí misma y ahora caigo en cuenta de porque…
     Siempre la vida implica nuevas experiencias y no exceptuando mi caso, también las tuve, desde mi infancia hasta el día de hoy muchas de ellas me han hecho ser lo que ahora soy, pero últimamente no tan inconscientemente :P… una de las más significativas fue a mis 19 años, cuando conocer a alguien especial cambio mi vida en todo sentido, y no me refiero a que esta persona me llenó de regalos, o cosas superficiales y que son sobrevaloradas en el mundo moderno, especialmente en los medios, sino, algo que definitivamente si fue nuevo para mí, y lo que me preocupa es que aún es desconocido para una infinidad de personas, estoy hablando de la aceptación incondicional.
   Una de las cosas que han cambiado últimamente es que por convicción propia me he adentrado más en los escritos de Carl Rogers, hablando específicamente de la terapia centrada en la persona. Dentro de las cosas que me llaman más la atención sobre esto son los resultados favorables que se obtienen durante el proceso terapéutico tendiendo como uno de los puntos clave, precisamente esta aceptación incondicional que antes mencioné, ahora es cuando entrelazo el párrafo anterior con este… al conocer a esta persona que menciono, sucedió precisamente esta aceptación incondicional, y aunque probablemente también influenciado por nuestras edades adolescentes idealizadoras, se dio una relación reciproca de esta aceptación y entonces comenzaron a surgir cambios, al menos en mi persona; hablo específicamente de lo que tal vez algunos de ustedes ya hayan escuchado de mí: una de las mejores épocas de mi vida, pero yo siempre lo atribuí al amor que pensaba había desencadenado la relación, y no estaba tan equivocada, aunque ahora veo todo esto con más claridad. Lo que sucedió fue que al tener esta aceptación incondicional me sentí precisamente así, aceptada, lo que posteriormente abrió mi tendencia a la actualización donde se vieron características en mi como alegría o felicidad pura, visión optimista de la vida, disfrutar cada instante de ella, búsqueda incansable de experiencias y conocimiento en libros, poniendo atención a mis maestros, y además total sentimiento de amor… todo esto me hacía sentir plena y optimista  a pesar de la presencia de los problemas de la vida cotidiana, inclusive ayudó a superar una cuestión un tanto más fuerte en lo personal.
    Ahora entiendo con mayor exactitud lo que Rogers plantea en su terapia centrada en el cliente y  en como la relación terapéutica es la clave, además gracias a esto tuve un insight extraño y feliz, incluso hasta llegar a las lágrimas, siendo  agradable saberlo.
    Lo anterior inevitablemente me lleva a la reflexión acerca de ¿qué tanto las personas son aceptadas o tienen una relación de aceptación incondicional? Y el sólo hecho de hacerme esta pregunta me asusta o preocupa un poco, por que como leí hace poco, generalmente las culturas en las que nos encontramos inmersos no están sincronizadas con nuestra tendencia actualizante, lo que ocasiona que las personas nos lleguemos a sentir aceptadas sólo cuando se dan las condiciones requeridas  por la misma cultura, sociedad (condicionando así nuestro sentimiento de valía) y llegando hasta nuestra familia, de dónde como psicólogos, sabemos que de la relación familiar se origina la formación física, mental, espiritual y más de la persona.
   A fin de todo esto, veo relacionadas esta y mi anterior entrada (de la libertad nace el amor).
   Ahora, para terminar, te dejo para ti la reflexión misma que me hago ahora, ¿qué tanto nuestra cultura y sociedad mexicana está alejada de lo que yo soy en realidad? ¿He tenido una aceptación incondicional?

4 comentarios:

  1. ¿La aceptación incondicional llega con el amor propio o es parte de?
    La verdad es un buen tema; muchas de los aspectos de nuestras vidas pueden ser cambiados por nosotros mismos, pero creo que para llegar a ese punto de poder hacerlo se debe pasar por un largo camino que implica en gran parte a la propia aceptación incondicional.

    ResponderEliminar
  2. La aceptación incondicional puede venir de alguien más, pero lo ideal es que venga de nosotros mismos. Pero es irónico como esto se puede dar... Haha tal vez debería profundizar en ese tema.

    ResponderEliminar
  3. Sí, estaría interesante que profundizaras más en el tema.

    ResponderEliminar